11 Noviembre 2011
Hoy tenemos una jornada dura.
Empezaremos a las 4.30h ya que tenemos que levantarnos muy pronto para
desplazarnos a TIKAL, auténtica cuna de la civilización Maya. Nos vamos en
avión desde el aeropuerto de la Aurora en Guatemala City, así que hoy ya sin
motos, nos disponemos a bajar al hall del hotel Barceló para que nos recoja un
microbús con destino a uno de los hangares del aeropuerto.Una vez hacemos en check-in, a
las 5.00h nos dicen que el vuelo será a las 6.30h. Dios!! nos vamos a tirar casi
una hora y media esperando!. Sólo tenemos ganas de dormir, así que cada uno irá
capeando el tiempo como pueda. Tenemos una máquina de café (bueno, de agua con
algo que se parece a café), así que haremos tiempo.
Una vez embarcamos destino tikal,
el vuelo tiene una duración de 50 minutos, por lo tanto me mantengo atento por
la ventanilla para tratar de ver la mayor parte de esta area de Guatemala desde
el avión, ya que pasaremos por la zona más oriental del país y como
sobrevolaremos la selva, me despierta la curiosidad. Efectivamente mis
compañeros de viaje van ‘sobados como cabrones’, mientras yo trato de hacer
alguna fotografía aérea y casi sin pensarlo estamos descendiendo para tomar
tierra en el aeropuerto de las flores.
La vista desde el aire es impresionante. Una auténtica selva se lo come todo. Además, la isla de las flores, reina dentro del lago que según nos comentará el guía, está conectado con el lago atitlán por debajo del terreno. Una vez aterrizamos, nos esperan
para realizar el trayecto de 63 km hasta tikal en un pequeño microbús. Nos
advierten que podremos hacer una parada para desayunar. Esto huele a compadreo
claro, pero bueno, hay que admitirlo, los españoles somos los reyes de estas
estrategias así que no nos extrañamos.
A medio camino, y tras las
explicaciones de nuestro guía Oscar (os juro que no recuerdo otra vez su
nombre), hacemos una parada al borde del lago, donde una tremendo cocodrilo nos
vigila. Yo diría que es el más grande que nunca hayamos visto. Claro, es una
montaña que descansa sobre el lago y que tiene el perfil perfecto de un
cocodrilo. En el paraje tan bonito podemos acercarnos a través de un pantalán
para hacer unas fotos que parecen preciosas.
Igualmente en el bar donde
desayunamos nos entretenemos en hacer unas buenas fotos a un grupo de loros
parlanchines, que además de ‘radiar’ se pelean por la comida. Tienen más horas
de vuelo que un comandante de iberia, pero nos divierten un buen rato.
Continuamos hacia tikal y
comienzan nuestras vaciladas y bromas al respecto de la ‘zarpa’ del conductor.
Parece un garfio!. Una vez llegamos a tikal, todavía nos quedan 17km dentro del
parque hasta llegar a la zona destinada para poder visitar (nos comentan que
solo el 18% del total de la ciudad Maya descubierta, está disponible para
visitar).
Por lo tanto nada más parar el
microbús nos disponemos a visitar la selva de tikal y sus ruinas Mayas con
verdadero interés. Sólo llegar, al menos a mí, me extraña y me agrada no
encontrar apenas gente. Yo diría ‘no hay ni dios’ pero con tanto antepasado
maya cerca… Esto da sensación de ser un privilegio, pues durante la visita,
tanto a las ruinas como al entorno selvático, hemos estado casi ‘completamente
solos’, en parte por la destreza de elección del recorrido de ¿Oscar? y por
otro lado por quizás la poca publicidad que aún tiene este paraje.
Mi opinión a medida que vamos visitando
las ruinas es que ‘esto es un puto timo’. Aquí no hay ná!!. Y mi nueva
felicitación a Oscar (voy a preguntar su nombre ahora mismo, joder se llamaba
Alex, gracias JuanCar, se lo pregunto en el avión de vuelta a Madrid), pues la
estrategia de cómo ir visitando las pirámides, y todas las ruinas iba
haciéndonos abrir la boca paso a paso!. Cada descubrimiento que nos enseñaba,
mejoraba en gran medida lo visto anteriormente. Así comenzamos viendo pirámides
pequeñas que formaban parte de un grupo donde por falta de explotación y fondos
no permitía desenterrarlas todas.
Justo después de visitar la
primera pirámide donde subimos las escaleras como leones (hasta una vieja señora
con bastón lo hizo, pero en fin..) y antes de la primera explicación de Alex,
tuve necesidad de visitar la parte trasera de la pirámide (ya me entendéis!), y mirando la vegetación alta, pude observar los monos tal y como los
veíamos en las pelis de tarzán saltando de árbol en árbol de liana en liana
pegando unos gritos exagerados.
Mientras tanto nos adentrábamos en una selva completamente abrupta que nos impedía ver el cielo; he de decir que las temperaturas de tikal rondan los 35, 38 y hasta más de 40 grados y los insectos te acribillan, pero voila!! el día amaneció nublado y no hizo en absoluto calor ni humedad, y al mismo tiempo los insectos nos respetaron, así que creo que muy poca gente habrá podido visitar el parque con tanta suerte como nosotros.
Para finalizar con un auténtico
esplendor de cultura Maya al máximo exponente no procede más que mostrar las
verdaderas maravillas que hemos heredado de esta antigua civilización, a través
de un conjunto de fotos.
Una vez finalizada nuestra
visita, nos disponemos a volver a Guatemala city. Un pequeño altercado en el
aeropuerto nos pone de bastante mal humor y llega incluso a provocar un
conflicto con el personal de seguridad del aeropuerto de las flores que nos
confiscaron tanto los repelentes de insectos que habíamos comprado en España
para esta visita, como un bote de crema.
Sin darnos explicación alguna, lo requisan y no nos permiten ni facturarlo ni tocarlo, con lo que nos empezamos a calentar. Las dos pedazo de guarras ( lo siento, no me salen otras palabras ) que nos lo requisan, no dan más explicación y nos miran altivamente. Pedimos hablar con un supervisor, la cosa empeora, pedimos que acudiese la policía y no conseguimos que apareciese, por lo que entendemos perfectamente que es ‘la mordida’ o como quieran llamarlo.
Tal sensación de impotencia me hace perder un poco los papeles e intentar meterme por detrás del mostrador para recuperar los repelentes y el tema empeora. Da la sensación que no vamos a poder hacer nada salvo perder el vuelo, así que nos vamos con el rabo entre las piernas y CON UNA MALA OSTIA!!.
Ojala si usáis el repelente os caiga la piel a tiras pedazo de cabrones y cabronas. Fin del tema!. Por mucho que nos hayais tratado mal en el aeropuerto, no vais a conseguir que cambiemos nuestra opinión del pueblo guatemalteco, amable y cariñoso.
Sin darnos explicación alguna, lo requisan y no nos permiten ni facturarlo ni tocarlo, con lo que nos empezamos a calentar. Las dos pedazo de guarras ( lo siento, no me salen otras palabras ) que nos lo requisan, no dan más explicación y nos miran altivamente. Pedimos hablar con un supervisor, la cosa empeora, pedimos que acudiese la policía y no conseguimos que apareciese, por lo que entendemos perfectamente que es ‘la mordida’ o como quieran llamarlo.
Tal sensación de impotencia me hace perder un poco los papeles e intentar meterme por detrás del mostrador para recuperar los repelentes y el tema empeora. Da la sensación que no vamos a poder hacer nada salvo perder el vuelo, así que nos vamos con el rabo entre las piernas y CON UNA MALA OSTIA!!.
Ojala si usáis el repelente os caiga la piel a tiras pedazo de cabrones y cabronas. Fin del tema!. Por mucho que nos hayais tratado mal en el aeropuerto, no vais a conseguir que cambiemos nuestra opinión del pueblo guatemalteco, amable y cariñoso.
Volvemos sin más a Guatemala city. Esta noche cenamos en el
portal del angel, un restaurante precioso ubicado sobre una montañita cercana a
la city y que nos permite ver la ciudad de noche desde nuestra mesa a través de
unos grandes ventanales. Nos lleva un taxista que no tiene problema alguno en
llevarnos a los seis y que se espera delante del restaurante hasta que acabemos
de cenar. Precioso lugar, con una cena fantástica.
A la vuelta debemos acostarnos muy pronto ya que nuevamente volamos temprano.
ADIOS GUATEMALA, BONITA EXPERIENCIA
Ahora nos disponemos a volver a Miami para hacer escala y marcharnos a Cayman Islands para bucear. Solo nos queda esperar que la estrategia con las personas del beacon hotel de Miami salga bién ya que no tenemos demasiado tiempo. Nuestro equipaje para Caymán lo hemos dejado en el hotel. Nada más llegar a Miami deberá esperarnos fuera del aeropuerto, entregarnos las maletas con el equipamiento de buceo para llevarnos a Cayman y recoger todo el material motero que hemos utilizado en Guatemala y dejarlo nuevamente en el hotel a la espera de que lleguemos nuevamente a Miami el día 18.
Pero claro, Murphy siempre aparece, y cuando llegamos a Miami aún no estaba nuestro chofer por lo que después de varias llamadas telefónicas y cierta tensión aparece y hacemos el cambio de maletas. Ahora queda lo peor, esperar que nos de tiempo a facturar y el temita esta muy justo. El resumen del episodio es que hemos tenido que echarle morro y en la fila de facturar, colarnos ‘by the face’ a mucha gente y pedir a un buen hombre que nos dejase facturar antes que él. Hay buena gente en muchos lugares. Menos mal. Conseguimos llegar a tiempo. Incluso oudimos zampar algo
Ahora, será otro capítulo. CAYMAN
Próxima ruta en moto: Toscana en ITALIA con nuestras
motos y con maletas!!?
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