Una vez finalizado el ‘camino de vacas’ hasta llegar a patzicia, mi moto pide aceite. Eso hace que nos quedemos con un recuerdo agrio de quien nos alquilo las motos. O sea, que han pasado de revisarlas (que por otro lado, era lo que nosotros suponíamos).
Bueno, pues en una gasolinera que parecía el desierto de el Paso o tijuana, tratamos de rellenarle con aceite, pero curiosamente enfrente la gasolinera, había una tienda de aceites. (si lo veis no lo creeis, cierto, no lo creeis aunque lo veais).
Continuamos la ruta, ahora ya por semi-carretera, hasta llegar a panajachel, no sin antes apreciar el paisaje que va asomando por partes y en momentos el lago atitlan. Una vez llegamos a panajachel, nos desborda la cantidad de personas en tan pequeña población. Vamos, esto parece la salida de gente de un partido Madrid-barça. Nos disponemos a buscar nuestro hotel.
Por momentos confundimos con el hotel atitlan, ya que están pegados ambas parcelas, separadas por una fina e imaginaria fila de vegetación. De hecho, nos enteramos que los hoteles pertenecen a una señora (el atitlan) y a su hija (el san buenaventura).
Dejamos las motos, llevamos nuestros equipajes a nuestras habitaciones-bungalows y vamos a comer con urgencia a nuestro hotel vecino. Era muy tarde para comer, pero nos atienden gustosamente en la terraza de devora el lago por completo. Una vez hemos comido, nos vamos a descansar hasta la hora de la cena, que igualmente nos pasamos al hotel vecino. Nuestro hotel mola pero da la sensación de estar abierto solo para nosotros. Buscamos similitudes con el hotel de ‘el resplandor’, aunque solo sea para llenarlo de misterio!!.
Hoy es un día especial: JuanCar cumple años. Felicidades compañeiro, ahí va nuestro regalo visual: Te queremos!
Bueno, pues en una gasolinera que parecía el desierto de el Paso o tijuana, tratamos de rellenarle con aceite, pero curiosamente enfrente la gasolinera, había una tienda de aceites. (si lo veis no lo creeis, cierto, no lo creeis aunque lo veais).
Por momentos confundimos con el hotel atitlan, ya que están pegados ambas parcelas, separadas por una fina e imaginaria fila de vegetación. De hecho, nos enteramos que los hoteles pertenecen a una señora (el atitlan) y a su hija (el san buenaventura).
Dejamos las motos, llevamos nuestros equipajes a nuestras habitaciones-bungalows y vamos a comer con urgencia a nuestro hotel vecino. Era muy tarde para comer, pero nos atienden gustosamente en la terraza de devora el lago por completo. Una vez hemos comido, nos vamos a descansar hasta la hora de la cena, que igualmente nos pasamos al hotel vecino. Nuestro hotel mola pero da la sensación de estar abierto solo para nosotros. Buscamos similitudes con el hotel de ‘el resplandor’, aunque solo sea para llenarlo de misterio!!.
Hoy es un día especial: JuanCar cumple años. Felicidades compañeiro, ahí va nuestro regalo visual: Te queremos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios para GUATEMALA EN MOTO 2011